“Es mas importante la reacción del sistema neurovegetativo al tóxico, que el tóxico en sí “ (Speransky)
Speranski Alexei Dmitrievich (1887 – 1961), nacido en la región de Moscú, fue un renombrado patólogo soviético, miembro de la Academia de Ciencias Médicas de la URSS. Discípulo de Pavlov, realizo numerosos experimentos que recopilo en un libro con el título “BASES PARA UNA NUEVA TEORIA DE LA MEDICINA”, publicado en 1945. Para él, los microorganismos podían representar en la enfermedad el papel de iniciadores (por ejemplo, los de la peste y del carbunco); su papel, su cualidad específica dependía de su capacidad para producir una excitación nerviosa desacostumbrada y desencadenar así en el sistema nervioso la puesta en marcha de determinados mecanismos; de catalizadores que facilitan la aparición de un proceso ya preparado. Es la respuesta del organismo, mediada por el sistema nervioso la que desencadena enl proceso que denominamos enfermedad.
Speransky reproduce en animales, con distintos gérmenes y toxinas, algunos experimentos como estos: LA TEORIA Y EL METODO DE SPERANSKY N.ANCOCHEA Rev Clin Esp. 1949;35:359-74
- Si simultáneamente a la inyección de virus rábico se excita un nervio periférico con la instilación de unas gotas de formalina, el desarrollo de la rabia se hace mucho más tardío que en el animal de control, al que sólo se inyectó el virus. La reacción producida por la excitación del nervio protegía al animal contra el virus rábico.
- La inyección experimental del bacilo tuberculoso en el pulmón da lugar a una propagación tuberculosa, que no se presenta si previamente se secciona el nervio vago.
- En el Tétanos, se puede impedir el desencadenamiento de la infección tetánica si después de la inyección de la toxina se bloquea el sistema nervioso con novovaína® (procaína); El neurotropismo de la toxina tetánica se modifica alterando su zona de acción practicando punciones lumbares o intraraquideas de fenol-novocaína.
Y si no queremos remontarnos a principios del siglo XX, podemos leer el trabajo ¡chino! de 2018 de Chen, Y., Guo, L., Lang, H. et al. “Effect of a Stellate Ganglion Block on Acute Lung Injury in Septic Rats”. Inflammation41, 1601–1609 (2018). https://doi.org/10.1007/s10753-018-0803-x

En este artículo, los autores dividen a una población de ratas en 3 grupos: uno al que se provoca una sepsis quirúrgica, otro con una cirugía simulada y otro con sepsis al que se le produce un bloqueo del simpático cervical (Bloqueo del ganglio estrellado). Aunque el pulmón es un órgano diana susceptible de ser lesionado durante un cuadro séptico, los casos que sufrieron el bloqueo simpático tuvieron menores concentraciones en suero de TNF-α e IL6, actividad MPO y expresión de NF-κB p65 (factores pro-inflamatorios), con descenso de IL-10 (anti-inflamatorio). Las fotos de los tejidos de los 3 grupos son elocuentes.
Asumiendo este planteamiento de modulación nerviosa de la respuesta del organismo frente a una agresión externa, veamos cuales son los efectos del Coronavirus.

El estudio chino más amplio, realizado con 44,672 casos confirmados de Covid-19 muestra una alta tasa general de letalidad (CFR) del 2.3%. Las comorbilidades importantes son hipertensión (CFR 6.0%), diabetes (CFR 7.3%), enfermedad cardiovascular (CFR 10.5%) y edad> 70 (CFR 10.2%). Se apreciaron comorbilidades similares para el brote de SARS en 2003.
No está claro qué comparten en común estos factores de riesgo. Sorprende en comparación con, por ejemplo, el brote de influenza H1N1 pandémica de 2009, en el que los pacientes inmunosuprimidos fueron los principales afectados. Los pacientes cardíacos parecen estar en mayor riesgo en Covid-19. Una posible respuesta podría ser la siguiente: los pacientes con las comorbilidades de hipertensión, diabetes y enfermedad cardiovascular podrían cumplir las indicaciones para el uso de inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina ECA o antagonistas de los receptores de angiotensina II.
Por un lado, se ha demostrado que el agente Covid-19 (también conocido como SARS-CoV-2) usa el receptor de la enzima convertidora de angiotensina (ECA)2 para penetrar en las células diana. Por otro lado, también se ha demostrado en modelos animales que tanto el inhibidor de la ECA, lisinopril, como el bloqueador del receptor de angiotensina, losartán, pueden aumentar significativamente la expresión de ARNm de la ECA2.
Al igual que otros virus, la infección por coronavirus desencadena respuestas de estrés celular en las células huésped infectadas. En el caso del COVID-19 su gravedad reside en su capacidad para provocar el síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA), síndrome clínico asociado con la falla de oxigenación que resulta de una lesión pulmonar directa o sistémica indirecta. Es un fenómeno etiológico complejo que involucra una serie de células inmunes que actúan en un delicado equilibrio entre la eliminación de patógenos y la inmunopatología.

Hay evidencia de la participación de diferentes tipos de células inmunes y mediadores bioquímicos en la patogénesis del SDRA. Esto incluye la polarización de los macrófagos alveolares (AM), la netosis de neutrófilos, la respuesta proinflamatoria de los subconjuntos T helper 17 y el papel antiinflamatorio y regenerativo de los subconjuntos de células reguladoras T. El conocimiento de estos mecanismos patogénicos ha dado lugar a oportunidades de tratamiento, por ejemplo, la investigación en el uso de metilprednisolona, ADNasa, aspirina, factor de crecimiento de queratinocitos y en el desarrollo de la terapia con células madre para el SDRA.

Los casos severos de infección por COVID-19 tienden a tener recuentos de linfocitos más bajos, recuentos de leucocitos más altos y relación de linfocitos/neutrófilos (NLR) baja, así como porcentajes más bajos de monocitos, eosinófilos y basófilos. La mayoría de los casos graves demostraron niveles de biomarcadores relacionados con la infección y citocinas inflamatorias elevados. El número de células T disminuyó significativamente en los casos graves. Tanto las células T helper como las células T supresoras, en pacientes con COVID-19, estaban por debajo de los niveles normales, y el nivel más bajo de células T helper se da en el grupo más afectado.
Esta respuesta que produce el COVID-19 puede considerarse inflamatoria y, si no producida, está modulada por el sistema nervioso y ha sido el mail de la doctora Conxita Obradors el que ha provocado la escritura de este post:
“He vuelto a los apuntes del Master, y he encontrado en la Patología Relacional de Ricker la explicación científica de estos casos. Según Gustav Ricker , cuyos experimentos con el sistema neurovegetativo aún no han sido superados, es la fuerza del estímulo, no su naturaleza, lo que provoca la reacción de este sistema.
Esta respuesta ante el estimulo sigue la Ley escalonada de Ricker: estímulos leves causan una vasodilatación y un aumento de la circulación, estimulos medianos producen una isquemia, con aumento de desechos metabólicos, acidez, inflamación, edema, extravasación de células , extravasación de hematíes, fibrina etc, y los estímulos fuertes, o la persistencia de los estímulos medianos, que provocan un paro del flujo sanguíneo con trombosis, necrosis e infarto.
Estas reacciones son constantes, independientemente del agente causal, y son mediadas por el simpático y el parasimpático perivasal.
El estimulo irritativo se puede interrumpir por la simpaticolisis que produce el agente neural terapéutico (procaína), al mismo tiempo que su metabolito, el dietilaminoetanol, provoca una vasodilatación con hiperemia, que mejora la isquemia, llevando a una rápida normalización del tejido.
Esto explicaría como la Terapia neural podría tratar el distress respiratorio agudo que se observa en los pacientes con coronavirus, entendiendo dicho virus como un estímulo mediano o fuerte.
La terapia debería ser aplicada lo más cerca posible de la zona afectada, y antes de que se instaure la fase irreversible de la neumonia, con edema y daños pulmonares masivos.
También desde el punto de vista de la terapia neural se puede explicar porque casi no hay afectación en los niños y es tan grave en los pacientes de edad avanzada y con enfermedades asociadas.
“Ante una situación de stress, se produce una gran activación del sistema simpático, y lo primero que responde a esta situación es el sistema básico o matriz extracelular” (Pishinguer)“
Las opciones que tenemos para modular la respuesta inflamatoria pasan por estimular el sistema parasimpático a través del nervio vago (PC X) (neuroestimulación eléctrica??) o inhibir la respuesta del simpático bloqueando la inervación correspondiente a los pulmones.
¿Cómo podría abordarse la Terapia Neural (y aquí sólo hago un planteamiento teórico) en el tratamiento de la infección por Coronavirus?
1 – Terapia segmentaria: recurriendo a la formación de pápulas dérmicas con la inyección local de procaína / lidocaína en la superficie cutánea situada sobre los pulmones.

2 – Bloqueo ganglionar simpático: con la inyección de procaína/lidocaína sobre el ganglio estrellado, de forma bilateral.

3 – Inyección intravenosa: con objeto de hacer un primer paso por el pulmón, antes de que la colinesterasas plasmáticas degraden la procaína. Podría plantearse la inyección en bolo o el mantenimiento de una infusión de procaína (por ejemplo 200-300 mg de procaína + 1 ampolla de bicarbonato 1M, en 250 cc de suero fisiológico, a pasar en una hora).

Estas tres posibilidades terapéuticas no son excluyentes si bien no existe una pauta concreta con la que pudieran combinarse.
Podemos ir preparando el organismo tratando posibles campos interferentes con inyecciones profilácticas, evitando tóxicos, mejorando la alimentación y la microbiota intestinal, aumentando la calidad del sueño,…
Este post va a ser dinámico e iré reconfigurándolo a medida que pasen estos días pero aunque nazca prematuro prefiero que vea la luz por si puede ser de alguna utilidad.
Nota: este es un blog personal de terapia neural y neurociencia y no pretende dar recomendaciones terapéuticas sino analizar artículos científicos aunque las circunstancias me obligan a hacer esta nueva forma de incursión en el blog.
Bibliografía:
- FISCHER, Lorenz, et al. Regulation of acute reflectory hyperinflammation in viral and other diseases by means of stellate ganglion block. A conceptual view with a focus on Covid-19. Autonomic Neuroscience, 2022, vol. 237, p. 102903.
- SPERANSKĪĬ, Alekseĭ Dmītrīevīch. A Basis for the Theory of Medicine. International publishers, 1943.
- WONG, Judith Ju Ming, et al. Insights into the immuno-pathogenesis of acute respiratory distress syndrome. Annals of translational medicine, 2019, vol. 7, no 19.
- Chen, Y., Guo, L., Lang, H. et al. Effect of a Stellate Ganglion Block on Acute Lung Injury in Septic Rats. Inflammation41, 1601–1609 (2018). https://doi.org/10.1007/s10753-018-0803-x
- Preventing a covid-19 pandemic BMJ 2020;368:m810 https://www.bmj.com/content/368/bmj.m810/rr-2
- PAVLOV, Valentin A.; TRACEY, Kevin J. The vagus nerve and the inflammatory reflex—linking immunity and metabolism. Nature Reviews Endocrinology, 2012, vol. 8, no 12, p. 743.
- Tracey, K. The inflammatory reflex. Nature420, 853–859 (2002). https://doi.org/10.1038/nature01321
- WANG, Da-Wei; YIN, Yi-Mei; YAO, Yong-Ming. Vagal modulation of the inflammatory response in sepsis. International reviews of immunology, 2016, vol. 35, no 5, p. 415-433.
- WANG, Hong, et al. Cholinergic agonists inhibit HMGB1 release and improve survival in experimental sepsis. Nature medicine, 2004, vol. 10, no 11, p. 1216-1221.
- Chuan Qin, MD, PhD, Luoqi Zhou, MD, Ziwei Hu, MD, Shuoqi Zhang, MD, PhD, Sheng Yang, MD, Yu Tao, MD, PhD, Cuihong Xie, MD, PhD, Ke Ma, MD, PhD, Ke Shang, MD, PhD, Wei Wang, MD, PhD, Dai-Shi Tian, MD, PhD, Dysregulation of immune response in patients with COVID-19 in Wuhan, China, Clinical Infectious Diseases, , ciaa248, https://doi.org/10.1093/cid/ciaa248
- Hollmann, M.W., & Durieux, M.E. (2000). Local anesthetics and the inflammatory response: a new therapeutic indication? Anesthesiology, 93 3, 858-75 .
Gracias JuanMa, sin ser yo médico, lo has explicado de una manera que me ha quedado clarísimo. He disfrutado un montón
Gracias
Susana Trujillo
Fantastico, muy documentado y bien explicado. Como os comuniqué en mi primer mail, para mi esto no es solo teoría, he visto revertir en momentos , situaciones más críticas que no respondían a ninguna medida terapeutica habitual, pasando a una normalización funcional de los tejidos pulmonares afectados. Y hay 2 compañeros que han vivido la misma experiencia. Estoy convencida que la modulación de la respuesta neurovegetativa al ataque del Covid 19 mejoraría claramente la evolución clinica de los pacientes graves.
Tu trabajo es muy clarificador, gracias por citarme; si alguien tiene la oportunidad de realizar el tratamiento, por favor, que explique su experiencia. Abrazos!
Muchas gracias desde Guatemala muy buena la explicación y exelente fórmula para el suero saludos y bendiciones
Bravo Juan Manuel y bravo Conchita!
Muchas gracias por aclararnos y darnos una explicación científica a un problema tan importante.
Por supuesto las posibilidades terapéuticas totalmente de acuerdo.
Gracias!